Yo creí que podías ser peor. Pero me sorprendiste.
 Te podría decir que hasta me agradaste. Pero ya te vas.
Por las dudas no te quiero volver a ver, hasta dentro de un año al menos.

Daniel y El Capitán.

Sobre todo las comillas.

Despeja la cabeza y limpia el alma.
¿O deja la cabeza y limpia el arma?

Me satura.

Me satura, me saturás.
¿Se conocen?
Provocan lo mismo en mí.

Invadido.
Abrumado de tanto. Me habían contado que podía suceder.
Está sucediendo.

¿Qué mierda es el amor?

Miedo.

Me da miedo tu fragilidad.
Me da terror que caigas. Podría sucumbir en la oscuridad para siempre.
Sin embargo, allí estás. Parada contra huracanes. A veces creo que sos inmortal, pero tus lágrimas me demuestran lo contrario. Tan delicada y resquebradiza que te tengo que tocar con mucho cuidado, con el afán de no gastar tu piel.

Presa.

Con sólo mirarte pretendo conquistarte.
Quiero que naufragues en mis ojos y te hundas en mis pensamientos.
Que mis brazos sean como tenazas para apresarte y no soltarte.
Sos mi presa.
Mis reglas.

Con el tiempo vas cambiando
y tus ojos van mirando el más allá.
¿Cuánto tiempo más llevará?,
¿cuánto tiempo más llevará?
Ilusiones, letras de cristal,
simulando que sabes adónde estás.
Algunos dirán qué viejo que estás.
Por favor, hablemos de verdad.

2 pares de zapatilla.
3 remeras.
2 camperas.
3 pantalones.
3 par de medias.
1 paraguas.


Gracias lluvia.

Volveré a abrir tu corazón, aunque te desintegre la transformación.

Viejas en la esquina mendigan su pan.

Inspirate.

¿Necesitás inspirarte?
¿Escribirás el texto más hermoso de todos?
¿O pintarás la Gioconda del siglo XXI?
Te puedo ayudar. Mi sonrisa quizás te dé el empujón que necesitás.

A veces siento tu respiración sobre mi nuca. Siento tu risa retorciéndose de maldad. El ojo que me persigue y no me deja tranquilo. Brumosa.

Si tan sólo pudiera borrar ese día de mis días. No era un jueves cobarde, no. Era un viernes salido de las entrañas más recónditas del mundo, un viernes viciado, un viernes impuro.
Un viernes de mierda. Eso es lo que era.
No puedo evitar recordarlo y recordarlo, todos mis pensamientos desembocan en él, de una u otra forma.

Por eso pongo en esta mesa este fe de erratas.

El viento siempre presente.

Me desespero de esperarte.

Hacés que el día valga la pena.

No tengo ganas

Perdido entre las nubes sin señales para adonde voy, pero mi corazón no es ciego.

Tiempo.

El tiempo será nuestro cómplice. 

No hay que abusar de él porque podría traicionarnos. 

Juega en el límite. 

No tengo mansiones ni Ferraris, no tengo calles a mi nombre y nadie me reconoce por la calle.
¿Mi sonrisa será suficiente?
Te ofrezco mis manos, mis ojos, mis besos y mi corazón.

Llámame.

Deseo que estuvieras aquí.

There's no picture,
I could paint to tell you what you mean to me
And no poem,
I could write to tell you what you mean to me

Evocando recuerdos.

Mirando esas fotografías de antaño te ponés a pensar si realmente recordás el momento. Quizás algunas imagen difusas, pero nada. Optás por imaginarlo. Sentir ese terciopelo rozando tu piel una vez más, ese aroma de la abuela cocinando y los gritos del abuelo llamando a la picha, es imposible, pero de alguna u otra manera vos lo estás logrando. Por una milésima de segundo te colocás en ese momento y disfrutás la vida.

Lo establecí como una relación simbiótica co-dependiente. ¿Puede ser?

Probemos.

Yo quiero estar en esas fotos.
Y ser el que se ría con vos.
Que nos riamos de los ingenuos que éramos, de lo inocentes que eran nuestros pensamientos.

Que te jodan.

Estoy muy enojado porque me eliminaron mis entradas del miércoles y el jueves.

Recuerdo sólo 1 bien característica, por lo que trataré de reproducirla en los próximos días.

200. Sí Charly, tenés razón.

Tan ajena a mí.

Sabés que mientras más lo dilates peor será.
Esos días que decís, expiraron hace rato.
Es hora de mover las piezas, jugá.
El destino no está escrito, vos lo tenés que trazar.
Punta gruesa, punta fina, como más te guste.

Joya tu corazón.

¿Por qué guardamos tanto detrás de un cristal?

Está tan loca como su mamá.

La quiero de verdad.

Abusame.

¿Abusás de mí? Abusá, me. Pero hacelo bien. Inspirame cada segundo un poco más hasta hacer el texto más sutil que te puedas imaginar. Un texto que te transporte al más allá. Exprimí, me. Sacame hasta la última palabra de mis dedos. Como el zumo de naranja, pero más. Dejame sin palabras para contemplarte. Aprovechate de mi ingenuidad y hacé destrozos en mi cabeza, los necesito.
Punto seguido.

Vivo para luchar.

Desaparecer.

Desaparezcamos. Irnos muy lejos. Donde el sol no pueda vernos y la luna alumbre nuestro camino.
En el rincón más lejano del mundo, donde no nos encuentre nadie.
Los satélites, antenas y GPS no podrán rastrearnos.
Allá se podrá parar el reloj y pensar en frío.
Agujas detenidas en la eternidad del tiempo. El tiempo del paraíso.

Un sueño con vos.

Tuve un sueño con vos. Era tan suave la brisa y tan cálido el ambiente que no me quería despertar.
Esas paredes eran hermosas y tu cara toda una fantasía.
Había tiempo para las caricias, abrazos y, los besos. Sin distancias entre nosotros, todo parecía tan sencillo. Sin tiempos: el reloj marcaba las 4:20, las manecillas se movían al compás de los latidos de nuestros corazones.
Quiero volver y sentir esa adrenalina de nuevo. Y quiero llevarte, para que se haga realidad.

Un mal día.

Conspiraciones.

Conspiraciones de todos lados. De todo el mundo. Desde el profesor de las 7 am hasta el bondi de las 6 pm. Desde el viejo caminando por el medio de la vereda hasta el flaco que no abre el kiosko. Estoy muerto, viviendo una vida de vivos. O soy un vivo viviendo una vida de muertos. Tumbos y más tumbos, platos voladores por doquier, luces que se apagan, otras tenues que se encienden.

Cabeza, ¿podés dejar de dolerme?

En la playa de los soretes ahumados.

Así no vamos a ningún lado.

De esos días chatos en los que no pensás, no respirás y no sentís.
Bueno, de esos.

No lo creas.

Todo es irreal.

Y da vueltas.

Oh frío, yo te quiero.
Mentira. Pero bueno, convivamos.

Hola, es tres.

Sensación.

No esperar nada de nadie, ¿tan segura estás? ¿Nunca sentiste esa sensación tan especial? Esa sensación que recorre tus venas. Sí, esa. La que sube por toda la columna hasta sucumbir en tu cuello.
Esa, no es la sensación del dolor, no. Todo lo contrario. La sensación de la esperanza. De la ilusión.

Pero yo sí sé quién es.
Yo no, desde luego.
Sos vos.

Dos, recién.

Naturalmente.

¿Cómo sabías?

porque si

soy hermosa y sos hermoso

es asi la cosa

Ojo. No te confundas.
Habrás observado que no soy perfecto, pues no pretendo serlo.
Y como no sabrás, mi vida no es perfecta. Y tampoco quiero que lo sea.
Estoy bien así.

Ya llegará el cielo en paracaídas.

Mirá, vamos a dejar las cosas claras.
Vos no me agradás, yo no te agrado.
¿Nos llevamos mal? Sí.
Vamos a pasar estos días en armonía.
Al menos tratemos.
Gracias y hasta luego.

Adiós bello abril.