No esperar nada de nadie, ¿tan segura estás? ¿Nunca sentiste esa sensación tan especial? Esa sensación que recorre tus venas. Sí, esa. La que sube por toda la columna hasta sucumbir en tu cuello.
Esa, no es la sensación del dolor, no. Todo lo contrario. La sensación de la esperanza. De la ilusión.
No hay comentarios:
Publicar un comentario