Me sentí aliado y te perdí.

Si partimos desde el término conocer, yo no quiero terminar ni partir, conocer abre sentidos y sentir también te abre. Conocerte quizás, traiga suerte y la espuma desde el sol nos abrirá, porque si de sentir se trata, volar también es parte y abre, abre puertas en el sol, y también en la ciudad.
Volar. Partir. Volar a un nuevo lugar. Volar por la espuma del mar, para mirar desde otro lugar.
Dejar de sufrir y partir. Pensar. Evaluar con otra mirada.
Crear música, para conocerse. Cantar para conocernos.
No te olvides de volar. La espuma te va a reconfortar y en el sol te vas a reflejar. Vas a brillar, porque es lo que sos: una perla en el mar.
Y conocernos puede ser un paso cielo, donde te encuentre cuando quiera caminar. Y tu mano se abrirá en algún desvelo, en donde abras los ojos para soñar.
 

Ejecutar el arte con el que puedo siempre contar.

Pensaba resurgir como el Ave Fénix. Pero no es posible. Se hace un nuevo ser. Completamente nuevo. Con esencias pasadas, pero otras contingencias. Las ganas de ser feliz de una nueva manera. De poder volver a describir las hojas de los árboles caer en el otoño o de anunciar al viento helado del invierno. De volver a mí en una nueva forma.

VolarVolarVolar.

Todas mis palabras

Kvothe

"...
Me sumergí en el castaño profundo de sus ojos.
-Esa ha sido siempre mi gran esperanza. Ella sonrió, y me dio un vuelco el corazón.
-Mantenla.-deslizó un brazo en la curva del mío y echó a andar a mi lado-. Porque sin esperanza, ¿qué nos queda?
..."

 Patrick Rothfuss

La torpeza de hacer y deshacer. La ignorancia de fabricar y destrozar. La molestia de no razonar. La intolerancia a tropezar.
La aberración de que todo esfuerzo no sea recompensado.

¿O falsa creencia?

Cosmigonón.

Cósmico amor.

En alguna dimensión de la inmensidad de tu amor es que estoy.
Tan cósmico que me deja volar con vos, sin lastimarte las alas.
Transportable a tu mundo fascinante de color verde.
Tan hermoso que puedo amarte a cada minuto que pasamos juntos.

Te quiero una y mil veces más.
Aun en el estado más caótico, te prefiero ante cualquiera.
Incluso estando borracho sos mi musa perfecta.
Me gustás de todas formas.
Sí, te quiero. Como siempre y por siempre.

Quedate para siempre.

Borradores perdidos en el inconsciente.

¿Alguna vez te salvaron el día?
¿Alguna vez te sentiste triste, sola, ingrata e infeliz?
¿Conociste a una persona que con un medio beso y un cuarto de abrazo te subía a la felicidad?
 ¿Alguna vez creíste estar perdida y alguien te devolvió el rumbo?
¿Sabés de lo que te hablo? Tener ganas de vivir.



 Pero, ¿me salvás la vida?

Felicidad no te vayas.

No sé si llevarme bien con vos o defenestrarte desde el primer segundo de existencia.
Deberemos transitar juntos. La voy a buscar yo. No quiero nada servido.
 A volar entre mares de palabras.

Te pedí que me pellizques.

Extraño. No es extraño. Es que te extraño.

Te escribo porque sos mi amor. Porque sos la sonrisa perfecta. Porque sos mi brillo de sol y mi lunática ideal. Porque sos mi Wonder de todos los días y porque tenés los gestos más lindos. Te escribo porque me encanta mi realidad y vos estás en ella. Te escribo porque sos hermosa y salvaje, porque sos mi sombra hermosa de alguna manera. Te escribo porque sos dulce. Maravillosa y perspicaz. Porque sos tan exacta como dos y dos son tres. Te escribo porque sos mi promesa. Sí, la promesa de hacerte sentir cada día un poco mejor. Te escribo porque sos mi querida. Querida mía. Te escribo porque a pesar del chiste, la palabra miam significa mucho más de lo que es. Porque sos mi intrépida mariposa. Te escribo porque te extraño. Por eso te escribo.

Realidad.

Realidad que me deja perplejo. Realidad que se degusta con las manos y los labios. Tu realidad. Mi realidad. Nuestra. Realidad para besarnos bajo la sombra de un árbol en un parque desolado. Un paquín que se zambulle entre nosotros, eso es realidad. Lo sublime de la realidad. Una realidad que me puso a pensar repetidamente en vos. Una fantasía que ya no es tal. Una fantasía que es tan real que puedo tocar tu desastre universal. Una realidad que me deja dormir con vos, tomados de la mano. Deseándote buenas noches y caminando bajo el murmullo del río. Qué linda realidad.

Mi sonrisa, tuya.

No estuvieron las galletitas. Ni las mandarinas. ¿Pero quién quiere helado si te pude encontrar? Nos mirábamos a los ojos bajo el sol. Hermosa y salvaje. Tu pelo es mi fantasía, podría pasarme horas durmiendo en él. Tus gestos pasan a ser mis sueños preferidos. Y tu presencia me hizo quedar flotando en la nube de felicidad que construimos. El brillo del sol siempre existió. Ahora iluminó mis ojos.

Sombra

Una silueta nunca antes vista. Una sonrisa que se ve brillando a metros de distancia. Una ruta enigmática por recorrer. Se ve costosa. Surcos y curvas sin fin. Pero es imposible negar la fascinación. Creo que no soy el único al que esto le pasó. Perplejo por fascinación constante, la ruta sucedió interesante. Caminando se acercó y me estrechó en un fuerte abrazo. Y allí comenzamos a andar.

No es Trixie. Es ella. Nada que ver con Trixie. Dulce, maravillosa. Perspicaz. "Ya era hora" decía. "Cuesta entender su poesía" agregó. "Es como entenderte a vos, cuesta, pero es éxtasis cuando se logra", le contesté.