miércoles, 28 de noviembre de 2012

Realidad.

Realidad que me deja perplejo. Realidad que se degusta con las manos y los labios. Tu realidad. Mi realidad. Nuestra. Realidad para besarnos bajo la sombra de un árbol en un parque desolado. Un paquín que se zambulle entre nosotros, eso es realidad. Lo sublime de la realidad. Una realidad que me puso a pensar repetidamente en vos. Una fantasía que ya no es tal. Una fantasía que es tan real que puedo tocar tu desastre universal. Una realidad que me deja dormir con vos, tomados de la mano. Deseándote buenas noches y caminando bajo el murmullo del río. Qué linda realidad.

Mi sonrisa, tuya.

No estuvieron las galletitas. Ni las mandarinas. ¿Pero quién quiere helado si te pude encontrar? Nos mirábamos a los ojos bajo el sol. Hermosa y salvaje. Tu pelo es mi fantasía, podría pasarme horas durmiendo en él. Tus gestos pasan a ser mis sueños preferidos. Y tu presencia me hizo quedar flotando en la nube de felicidad que construimos. El brillo del sol siempre existió. Ahora iluminó mis ojos.

miércoles, 7 de noviembre de 2012

Sombra

Una silueta nunca antes vista. Una sonrisa que se ve brillando a metros de distancia. Una ruta enigmática por recorrer. Se ve costosa. Surcos y curvas sin fin. Pero es imposible negar la fascinación. Creo que no soy el único al que esto le pasó. Perplejo por fascinación constante, la ruta sucedió interesante. Caminando se acercó y me estrechó en un fuerte abrazo. Y allí comenzamos a andar.

jueves, 1 de noviembre de 2012

No es Trixie. Es ella. Nada que ver con Trixie. Dulce, maravillosa. Perspicaz. "Ya era hora" decía. "Cuesta entender su poesía" agregó. "Es como entenderte a vos, cuesta, pero es éxtasis cuando se logra", le contesté.