Dijiste que podrías seguirme. Pero, te equivocaste una vez más. Mi cabeza iba a miles de años luz más rápido que tu cuerpo. Decías que era mi culpa, pero la verdad es que nunca atinaste a mirarte vos misma. Tu pelo pasó de ser salvajemente hermoso a completamente despiadado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario