¿Qué puedo hacer con vos? ¿Cómo salís de mi cabeza? Puedo reducir tu presencia a un hilo de conexión, pero inevitablemente me envolvés con tu dulzura inigualable. Aparecés, movés fichas, y desaparecés. Tan hermosa como despiadada.
Anecdótica como ninguna.
No hay comentarios:
Publicar un comentario