Uno de los primeros recuerdos que tengo de mi vida es estar sentado en la cocina de mi abuela, mi abuelo en diagonal hacia mí. Una pera en la mesa. Abuelo y nieto fanáticos de esa fruta.
Nieto mira la pera y exclama "La vida es la vida, hay una sola pera y me la como yo". Supongamos unos 5 años aproximadamente. Todavía recuerdo esa frescura en mi boca.
El tema viene cuando no te comés la pera. Le quitás el sabor de la boca a otro y ni siquiera la probás. La oportunidad de tu abuelo, en este caso, se desvanece.
Connotación entonces.
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