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Ignorarte, es poco.
Para vos, que no aceptás tus errores.
Para vos, que no pedís disculpas.
Para vos, ignorarte, es poco.

¿A dónde querés volar querida mía? ¿Nos transportamos al más allá?
No hay regreso. A volar entre las estrellas, al son de las melodías del sol.
Proyectará las notas sobre sus rayos e iremos danzando entre ellos.

Suspendida en el camino. Parada en el medio de la ruta. Así estás. Te escondés, lo apreciás a escondidas.
No decidís: si por sí o si por no. Si no te perturba, decilo y mantenelo. Tu palabra es frágil, se rompe al pronunciar esa palabra.
Sos un hermoso lío. Un lío de quejas. Un lío de palabras. Un lío de amor. Un lío de desamor. Un lío de lamentos y penurias. Un lío de alegría.

Estás buscando un sueño en un placar. Acá no lo encontrás.

No encandilás. Luz sin brillo, no alumbrás.

Más confianza.
Quizás sea que no te tengo que pedir permiso para darte un beso.
Quizás sea eso, ¿no?
Quizás sea que te puedo levantar y apoyar contra la pared improvisadamente y sin premeditaciones, quizás sea eso, ¿no?
Quizás sea que mis labios no tienen que pedir ni permiso ni por favor para dar con los tuyos, ¿no?

LUNES 8 DE AGOSTO DE 2011

Amor verdadero, sin dudas. Amor en otro plano. Amor en paralelo.

Inestable.

Inestable como vos sola. Inestable como el clima húmedo. Inestable como si fuera a diluviar de un segundo a otro. Inestable como si en un parpadeo de ojos saldría el sol.

Así de inestable eras.

Son mías y las quiero. Aunque a veces no me gusten, no rimen y me parezcan desastrosas. Yo las visto, las saco a bailar y ellas brillan conmigo. Parecen títeres que se mueven al compás de mis manos, siguen mis pensamientos al pie de la letra y hasta discurren por mi mente a la misma velocidad que mis improvisaciones. No serán las mejores, pero a mí me alcanzan.

Cosas que pasan. Los detalles que te mueven un pelo. Esos momentos que te hacen pensar. Esas molestias que no lo son.
Caricias del día. Caricias que se dan cuando rompés con la rutina.

Sin sobresaltos, todo marcha según lo planeado.